Sumergirse en la tradición gastronómica de Santiago de Compostela es descubrir un festín de sabores en el que destacan su variedad de dulces típicos. Desde la ancestral Tarta de Santiago hasta las delicias fritas de Carnaval, cada bocado es un viaje por la historia y cultura de este emblemático rincón español. Es una ruta que no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma de peregrinos y visitantes, quienes encuentran en estos dulces un dulce recuerdo para llevarse consigo. Acompáñanos en este delicioso recorrido por los dulces típicos de Santiago de Compostela.
Tarta de Santiago
La Tarta de Santiago, probablemente el dulce más emblemático de Galicia, es un delicado pastel de almendra cuya historia se pierde en el tiempo. Con su característica cruz de Santiago decorando su superficie espolvoreada con azúcar glas, este dulce no solo es un manjar para el paladar, sino también una obra de arte para la vista. La tarta, cuya receta fue documentada ya en el siglo XVI, refleja la importancia de las almendras en la gastronomía gallega y su vinculación con las festividades religiosas y la concha de peregrinación. Darse un capricho con una porción de esta tarta es conectar con siglos de tradición jacobeana.
Filloas
Las Filloas son una exquisitez gallega que muy bien podría compararse con crepes o panqueques, pero con una singularidad que las hace únicas. Estas delicadas láminas de masa se cocinan tradicionalmente en Carnaval, aunque es común disfrutarlas durante todo el año. Versátiles en su preparación, las filloas pueden rellenarse con miel, nata o incluso convertirse en un plato salado si se acompaña de chorizo o lomo. En el pasado, era común verlas preparadas en las grandes sartenes de piedra, donde se cocinaban con manteca y eran un símbolo de convivencia y festividad en las aldeas gallegas.
Larpeira
El Larpeira o «bollo preñado» es un dulce que invita al pecado de la gula, como bien indica su nombre en Gallego. Esta bollería es típica de las fiestas de San Juan y otras celebraciones patronales gallegas. Con su masa esponjosa y tierna, que esconde entre sus pliegues un relleno de crema pastelera, y su cobertura de glaseado y azúcar perlado, el larpeiro es sin duda uno de los dulces típicos de Santiago de Compostela que no puede faltar en cualquier reunión familiar o festividad.
Orejas de carnaval
Las Orejas de carnaval, conocidas también como orellas, son una tradición ineludible durante la época de Entroido o Carnaval. Este dulce, crocante y con forma que recuerda a una oreja humana, está elaborado a partir de una masa fina y estirada, frita hasta alcanzar una textura crujiente y espolvoreada generosamente con azúcar glas. Es un homenaje a la gastronomía de la época medieval, donde la abundancia de grasa y azúcar era signo de festividad y desenfreno antes de la Cuaresma.
Pedras de Santiago
Las Pedras de Santiago son pequeñas delicias confitadas que capturan la esencia de Galicia en cada uno de sus bocados. Con su aspecto rústico y su sabor dulce, rememoran las piedras ancestrales de la catedral de Santiago, símbolo de la ciudad. Hechas a base de almendra marcona, azúcar y un toque de la licorosa grappa gallega, orujo, estas ‘piedras’ son un regalo de sabor y textura. No solo son un noble representante de los dulces típicos de Santiago de Compostela, sino también un perfecto souvernir para aquellos que desean llevar un trozo de Galicia consigo.
Cañas fritas de O Carballiño
Provenientes de la tradición repostera de O Carballiño, una localidad de la provincia de Ourense, las Cañas fritas son un postre popularmente consumido en todo Galicia. Son cilindros de hojaldre encrispado rellenos de una crema rica y suave que se deshace en la boca. Fritas hasta alcanzar un color dorado perfecto, son el epítome de la repostería casera que acompaña perfectamente a una buena taza de café o té tras una copiosa comida gallega.
Donde encontrar los mejores dulces típicos de Santiago de Compostela
Si el paladar ya está deseando probar estos dulces, es conveniente saber que en Santiago de Compostela existen varios templos gastronómicos dedicados a preservar la dulce tradición. A continuación, algunos de los lugares imperdibles donde encontrar los auténticos sabores de estos postres.
Panadería MOLLETE SANTIAGO S.L.U.
Localizada en el corazón de Santiago, esta panadería artesanal se ha convertido en una parada obligatoria para degustar una amplia gama de productos tradicionales, donde la Tarta de Santiago y las filloas cobran protagonismo. Su compromiso con los ingredientes de calidad y las recetas autóctonas hacen que cada visita sea un deleite para los sentidos.
O 25 DO FRANCO (Productos Casal Coton)
Este icónico establecimiento es famoso por su amplia selección de dulces típicos de Galicia. Aquí se pueden encontrar desde las Pedras de Santiago a las Larpeiras, todas hechas con el mismo mimo que se ha transmitido de generación en generación, asegurando así la autenticidad del sabor.
Confiteria San Roque y Las Colonias
Con largos años de historia, estas pastelerías son verdaderos rincones de dulzura y encanto. Ofrecen una variedad de dulces que van más allá de las recetas tradicionales, pero siempre con un especial homenaje a los sabores más auténticos de Santiago de Compostela.
Repostería Products Casal Coton
Una visita a Productos Casal Coton es sinónimo de calidad y tradición. Sus Orejas de Carnaval y otras delicias reposteras se preparan con la misma pasión y esmero que ha caracterizado a esta repostería desde sus inicios, convirtiéndola en un referente para los amantes de lo dulce.
Confitería El Coral (Santiago de Compostela)
El Coral es una de las pastelerías más antiguas de Santiago y destaca por mantener la esencia de la repostería tradicional gallega. Sus vitrinas rebosantes de Cañas fritas, Tarta de Santiago y otros manjares son un testimonio viviente de la historia dulce de la ciudad.
Saborea el camino dulce de Santiago
La repostería de Santiago de Compostela es un claro reflejo de la identidad y la tradición de este rincón de España. Cada uno de sus dulces típicos cuenta una historia, evoca una costumbre y satisface los paladares más exigentes. Durante una visita a esta mágica ciudad, la experiencia culinaria no estaría completa sin ceder a la tentación de probar estos dulces. Más que un simple postre, cada dulce es un pedazo de historia y cultura hecho para degustar y recordar.
