La ciudad de Gijón, conocida por su singular belleza costera y su vibrante vida cultural, alberga también un tesoro gastronómico que no podemos pasar por alto: su repostería. Pasear por sus calles se convierte en una deliciosa aventura cuando nos dejamos seducir por el aroma de los Dulces típicos de Gijón. Profundos sabores tradicionales, recetas que viajan de generación en generación y la magia de la artesanía repostera, hacen de estos dulces un imprescindible para cualquier paladar que anhele deleitarse con lo auténtico y delicioso. En este artículo, exploraremos algunos de esos manjares que han puesto a Gijón en el mapa de los destinos imperdibles para los amantes del dulce.
Chaponas
Las Chaponas son un exquisito referente de las mesas gijonesas en celebraciones y fechas señaladas. Son almendrados en forma de flor, cuya preparación meticulosa y su exquisito sabor a almendra tostada, nos traslada a la esencia misma de la repostería casera de la región. Su textura crujiente y mantecosa a la vez, hacen de cada bocado una experiencia memorable. Curiosamente, su nombre alude a una prenda del traje regional y su forma se inspira en la naturalidad de las flores, un homenaje a la belleza de las costumbre y paisajes asturianos.
Charlotas Gijonesas
Continuando nuestro viaje por los dulces típicos de Gijón, nos encontramos con las inigualables Charlotas Gijonesas. Estas tartas individuales envueltas en una fina capa de pasta Choux, y generalmente rellenas de crema o mazapán, son una verdadera celebración del sabor. Nacidas en Gijón, estas pequeñas delicias son sello distintivo de la repostería local, y en su variedad encontramos ejemplos de adaptación de la pastelería clásica europea a los gustos de la región. Son perfectas para acompañar un café o sidra dulce, y cada una parece contar su propia historia de tradición e innovación repostera.
Tarta Gijonesa
La Tarta Gijonesa, reina entre los postres de la región, es poesía en forma de dulce. Cada capa de bizcocho esponjoso encuentra su contrapunto perfecto en la crema de nata y merengue, siendo a veces generosamente emborrachada con licores que le aportan un sutil toque de carácter. De ornamentación sencilla o sofisticada, según la ocasión, esta tarta es un emblema de las celebraciones en Gijón y un claro exponente de la calidad repostera de la zona, contando con devotos admiradores que viajan kilómetros para rendirse a su sabor.
Princesitas
Si hay un dulce que despierta la ternura y nostalgia en el corazón de los gijoneses, esas son las Princesitas. Su nombre, evocador de delicadeza, hace justicia a la sensación que se vive al degustar estas pequeñas tartitas de hojaldre rellenas de crema y cubiertas de un suave merengue. Su nobleza no solo reside en la sublimidad de su sabor, sino también en la perfección de su elaboración artesanal, detallista y cuidada. Las princesitas son un homenaje a la repostería de antaño, aquella que se disfruta en grandes ocasiones o en la intimidad de las meriendas familiares.
Casadielles
Por último, no podemos hablar de Dulces típicos de Gijón sin mencionar a las tradicionales Casadielles. Estos pastelitos en forma de empanada, típicos de toda Asturias, tienen en Gijón su propia interpretación. Rellenos de nuez, azúcar y anís, y fritos hasta alcanzar ese color dorado tan característico, las Casadielles son un emblema de la cocina asturiana. Variaciones en la receta incluyen también la versión horneada, para aquellos que prefieren un bocado menos aceitoso pero igualmente delicioso. Su nombre, que podría derivar del término «casa de Dios», nos habla de su arraigo en las tradiciones locales y su ineludible presencia en las fiestas patronales y celebraciones importantes.
Donde encontrar los mejores Dulces típicos de Gijón
Para aquellos que deseen sumergirse de lleno en la dulce experiencia de los Dulces típicos de Gijón, la ciudad propone numerosos rincones donde el paladar puede gozar de estas maravillas. Panaderías, confiterías y pastelerías artesanales se reparten a lo largo de Gijón, ofreciendo una gama de opciones tanto para los residentes como para visitantes deseosos de recoger sabores y recuerdos en forma de pastelería local.
Panadería Dulce de Leche
En la Panadería Dulce de Leche encontramos un abrazo entre las recetas tradicionales y las influencias más contemporáneas de pastelería. Este lugar, famoso por su hospitalidad y calidad, es un tesoro escondido donde cada dulce es preparado con dedicación y pasión, asegurando que cada mordida sea un viaje al corazón de la tradición repostera gijonesa.
Punto Caramelo
Punto Caramelo se distingue por ofrecer una experiencia única a través de sus dulces. Cada creación es una obra de arte, y sus Chaponas y Charlotas son la mejor muestra de ello. Además, brindan una atención personalizada que convierte la visita en una grata experiencia tanto para el espíritu como para el paladar.
Confitería La Fe
Con una historia que se remonta a varias generaciones, la Confitería La Fe es sinónimo de dulces típicos de alta calidad en Gijón. Las Princesitas y Casadielles de La Fe son el producto de un legado que se palpa en cada receta y cuya fama trasciende los límites de la ciudad.
Confitería San Antonio
La Confitería San Antonio es una institución en la ciudad, conocida por su devoción a la tarta Gijonesa y otros dulces clásicos. Quien visita San Antonio no solo se lleva un bocado exquisito, sino también una porción de la historia repostera gijonesa.
BODE Pastelería Gijón Panadería, Bollería y Pastelería artesanal de María Bode
BODE Pastelería, junto a la Panadería, Bollería y Pastelería artesanal de María Bode, representan la excelencia y el mimo con el que se deben tratar los productos de repostería. Aquí cada dulce es un guiño a la tradición y un paso hacia adelante en la búsqueda de la perfección repostera.
Explora la repostería gijonesa
La ruta de los Dulces típicos de Gijón es un itinerario dulce que habla de historia, cultura y pasión. Estos dulces son mucho más que simples postres; son emblemas de una ciudad que celebra la vida con sabores intensos y texturas que acarician el alma. Gijón guarda en cada uno de sus pasteles y tartas, el secreto de una tradición que se niega a ser olvidada, una tradición que encuentra en cada bocado su perpetua renovación. La próxima vez que visite Gijón, no olvide reservar un espacio para el deleite, para descubrir por qué sus dulces son un verdadero patrimonio gastronómico asturiano.